Las vacunas veterinarias desempeñan un papel importante en la protección de la salud animal, mediante la prevención y el control de enfermedades epizoóticas graves y la prevención de la transmisión interhumana de enfermedades infecciosas. La disponibilidad de vacunas para animales en granjas acuícolas, tal y como la de otros medicamentos veterinarios, es extremadamente baja.
Esta situación es una grave limitación para la prevención y en caso de enfermedad, conduciendo a problemas de bienestar y obstaculizando el crecimiento de la acuicultura europea. Sin embargo, los avances actuales en vacunología ofrecen valiosas oportunidades para la protección contra los agentes micóticos y parasitarios, para los cuales todavía faltan vacunas. Por ello, los veterinarios europeos utilizan sistemáticamente el llamado principio de «cascada», una disposición legislativa europea que permite a un veterinario prescribir medicamentos cuyo uso de otro modo no se permitiría. Es necesario que haya un mercado único real para las vacunas de acuicultura (medicamentos veterinarios).